El Arq. Héctor Palacios Castro, responsable del proyecto de rescate de la casa que ahora alberga a Hotel Boutique Casa Don Gustavo, nos platica sobre la intención y el trayecto para lograr preservar la historia de este valioso inmueble.

“Casas que podían ser de un solo piso con amplia entrada o zaguán, el cual se unía a corredores que flanqueaban un patio embaldosado y que podían tener otro patio posterior o huerta, pozo con brocal y cochera a caballeriza; o casas de dos pisos, en el primero de los cuales quedaba por lo regular el zaguán, el despacho y la bodega para las mercancías, y en el segundo piso las habitaciones y servicios necesarios, en algunas casas había un tercer piso, consistente generalmente en un cuarto que servía de mirador desde el que se podía observar el ir y venir de los barcos cargados con valiosas mercancías”

Dr. Román Piña Chan

Campeche durante el Período Colonial

Edición Sep- INAH 1997

El proyecto, madurado durante cuatro años, se inició con el rescate del edificio cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, y que se amplió y modificó en los siglos posteriores. El objetivo fue detener su historia en el último tercio del siglo XIX, última época en la que mantuvo su uso original: despacho y habitación de comerciante acaudalado.

Durante dieciocho meses se procedió a eliminar los elementos añadidos, especialmente los hechos en la primera mitad del siglo XX que alteraron sustancialmente su imagen: subdivisiones para crear habitaciones y oficinas de renta, alteración de la fachada, una enorme cisterna que ocupaba la totalidad del patio central, un balcón interior que daba acceso a varias accesorias, barandales de concreto, etc.

Afortunadamente en estas modificaciones algunos de los elementos construidos fuero reutilizados, lo que permitió su rescate y devolución a su sitio original, como los marcos de piedra para las puertas de la fachada, pisos de mármol y mosaico, vigas de madera para los techos, etc.

En el patio trasero, alguna vez huerta y caballeriza, una serie de improvisadas habitaciones para renta se eliminaron, recuperando el área verde y se construyó la única ampliación realmente nueva que dotaría al hotel de un espacio de relajación y esparcimiento para sus huéspedes.

En la parte alta se rehabilitó el mirador restituyendo la escalera que le da acceso y se delimitó una terraza en la que se ubicó una pérgola y un jacuzzi privilegiando la vista hacia las torres de la Catedral, especialmente espectacular por la noche.

Arq. Héctor Palacios Castro